Las pruebas sugieren que el aceite de CBD puede ayudar con ciertos tipos de cáncer y aliviar algunos de los síntomas. Hemos examinado lo que dicen los estudios, los beneficios del CBD para los tumores y por qué vale la pena añadir productos de CBD a la cesta de tratamientos contra la enfermedad.
El aceite de CBD tiene muchos beneficios, desde el alivio de los síntomas hasta el cese de la enfermedad. Pero, ¿qué hay del efecto de la sustancia sobre el cáncer? Los estudios que abordaremos inmediatamente muestran que el aceite de CBD. Por lo tanto, puede haber una opción para disminuir los factores de riesgo de cáncer, reducir los efectos secundarios de la enfermedad e incluso reducir los tumores.
La mayoría de los estudios han examinado la relación entre el CBD y el cáncer. Sin embargo, los estudios incluyeron principalmente células de ratón o humanas en condiciones de laboratorio. Y sin embargo, incluso ahora, los resultados son alentadores y prometedores. Los estudios se dividen en dos categorías: la primera, es que el aceite de CBD puede ralentizar, detener o incluso reducir el crecimiento canceroso, y la otra, que el CBD puede aliviar algunos de los efectos secundarios de la enfermedad o de su tratamiento. Los efectos secundarios graves provienen de la propia enfermedad y de los remedios disponibles hoy en día, como los tratamientos de quimioterapia y radiación acompañados de un dolor intenso, náuseas severas y ansiedad.
Los cannabinoides son el grupo de ingredientes activos que se encuentran en la planta de cannabis, entre los que destacan el THC y el CBD. Los cannabinoides tienen el potencial de ser una sustancia antiinflamatoria para las enfermedades de la piel. Por ejemplo, la dermatitis puede aumentar el riesgo de cáncer de piel, y los estudios han descubierto que los cannabinoides la combaten y producen efectos antiinflamatorios. Por eso, el aceite de CBD se convirtió en uno de los tratamientos eficaces en la lucha contra el cáncer de piel.
Un estudio realizado en 2014 por encargo de In Vivo probó modelos experimentales de cáncer de colon. El estudio sugirió que el CBD puede inhibir la expansión de las células del cáncer de colon. Sin embargo, el estudio reveló además que el CBD no afecta a las células sanas. Del mismo modo, un estudio realizado en 2019 mostró que el CBD provoca la apoptosis (proceso de muerte celular programada) mediante la regulación de las proteínas, reduciendo el volumen total del tumor.
El cáncer de mama es la causa principal de muerte entre las mujeres y es el cáncer más común a nivel mundial. Un estudio de 2011 demostró que el uso del CBD provocaba la muerte de las células y, así, la reducción del tumor. Además, el estudio descubrió que se pueden eliminar las células dañadas y curar las enfermas. Otro estudio realizado en 2018 sobre el cáncer de mama metastásico mostró que el CBD podría reducir la expansión de las células cancerosas.
Además, un estudio que examinaba el aceite de CBD y el cáncer de pulmón ha presentado resultados alentadores. Por ejemplo, el 90% de los casos de cáncer de pulmón están relacionados con el tabaquismo y la exposición a sustancias químicas y radiaciones. El estudio demostró que en situaciones en las que las células cancerosas son pequeñas, el CBD ha sido capaz de inhibir el crecimiento de las células cancerosas y tiene el potencial de supervivencia para los pacientes.
En un informe que resume las conclusiones de los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos en relación con las subvenciones, los autores del informe afirman que el CBD impide la entrada de las células cancerosas y las metástasis. La sustancia también puede activar el receptor TRPV2, aumentando la absorción de diversas sustancias en las células cancerosas e indicando sus beneficios como analgésico. Además, el informe afirma que el CBD produce sustancias químicas oxidadas que pueden hacer que las células cancerosas se suiciden en el proceso de apoptosis.
El cáncer de pulmón suele venir con malas noticias, a pesar de los nuevos fármacos y los tratamientos avanzados. A pesar de los avances, muchos pacientes responden parcialmente a tratamientos que deben repetirse una y otra vez. Por ejemplo, un anciano británico de 81 años con un crecimiento canceroso dejó de usar la quimioterapia y la radiación y usó el CBD de forma independiente.
El control por TAC que se le hizo en diciembre de 2016 mostró que la masa pulmonar había aumentado a 2,8×2,7 cm. Los médicos le ofrecieron un tratamiento convencional de radiación y quimioterapia, pero lo rechazó. En julio de 2017, se realizó otra prueba, que no mostró ningún cambio. Sin embargo, tres meses más tarde, en noviembre de ese año, una prueba de TAC mostró una reducción significativa del crecimiento sólo a 0,6×1,3 cm. Un nuevo examen en enero de 2018 mostró estabilidad.
En una entrevista, declaró que en septiembre de 2017 empezó a tomar dos gotas de aceite de CBD dos veces al día durante una semana. Luego aumentó la dosis a nueve gotas dos veces al día hasta finales de septiembre. Nunca estuvo físicamente enfermo y no cambió su dieta, medicación o estilo de vida. Por eso, los investigadores concluyeron que podría ser el aceite de CBD. Los resultados sorprendentes llevaron a los investigadores a concluir que era necesario estudiar los distintos mecanismos del CBD sobre las células cancerosas.
Con el aumento de la esperanza de vida, se ha producido un incremento de los pacientes con cáncer y de los tipos de cáncer. Por eso, se presta atención al alivio y la curación de las afecciones existentes y a la prevención de la enfermedad. Ya sabemos que el desarrollo de tumores cancerígenos se ve afectado por nuestro estilo de vida, la mala alimentación, el escaso de ejercicios físicos y los niveles altos de estrés. También es esencial dedicarse a la prevención del cáncer porque los tumores pueden extenderse de forma rápida, violenta e incontrolable.
Los mejores tratamientos para la prevención del cáncer incluyen el cambio a una dieta saludable rica en verduras y frutas, evitar el tabaquismo, mantener un peso saludable, y los chequeos medicos regulares, especialmente para el cáncer de piel y el cáncer de mama. Además, los estudios han demostrado que el aceite de CBD puede ayudar a prevenir varias condiciones médicas y aliviar síntomas como el estrés.
El cáncer en sí mismo tiene muchos efectos secundarios, y los tratamientos tradicionales como la quimioterapia y la radiación conllevan graves efectos secundarios. Los tratamientos sobrecargan el cuerpo y causan insomnio, náuseas, vómitos, dolor persistente y disminución del apetito. Los medicamentos recetados pueden tratar algunos de los síntomas, pero causan otros efectos secundarios.
El aceite de CBD ayuda a mantener un ciclo de sueño natural. Un estudio publicado en 2019 examinó si el CBD puede reducir la ansiedad y mejorar el sueño en 72 personas. Después de un mes de consumir una cápsula de CBD una vez al día, el 67% de los pacientes informaron de un mejor sueño, y el 80% informó de la disminución de los niveles de ansiedad.
La falta de apetito y las náuseas son efectos secundarios comunes asociados al cáncer. De este modo, los pacientes no obtienen suficientes nutrientes para su cuerpo, lo que dificulta la lucha contra la enfermedad. Los estudios demuestran que el consumo del aceite de CBD afecta al apetito. En lo que se refiere a las náuseas y los vómitos, hay resultados muy prometedores que demuestran que el sólo CBD regula este problema tanto en seres humanos como en animales.
El cáncer es una enfermedad muy compleja, y no existe un tratamiento único. Sin embargo, los estudios sobre el CBD y sus efectos en los tumores cancerosos muestran resultados prometedores en diferentes tipos de tumores y diversos síntomas. Además, el CBD es eficaz para ayudar a aliviar los efectos secundarios del cáncer.
Antes de usar el CBD, consulte a su médico de cabecera y pregúntele sobre el uso del producto además del protocolo de tratamiento que le recomienda.
